viernes, 7 de octubre de 2011

Continuando la Historia

Pasaron los años y juntamente muchas historias que poco a poco les iré contando, mientras quiero terminar el capítulo de tanta operación, aunque según los médicos aún falta más, pero digamos que hago de cuenta que me falta por contar las que he vivido, las que aún faltan solo Dios sabrá.
Como toda meta de principios de año 2010, hacer ejercicio por el cargo de conciencia de haber comido como descocida en el mes de diciembre jajaja, ¡¡sí!! Porque donde visitas hay comida rica, vienen los convivios, de los amigos, de la familia,  del trabajo, de los de la U, de los de acá, de los de allá y al final el mes de diciembre se acompaña por una agenda cargadísima de tantas actividades, y no olviden que la cena familiar navideña y la de fin de año son dos buenas comidas las que se harán, tamales, jamón, carne, pierna horneada, pavo relleno, manzanas, pasteles, uvas, ponche, já! Como si no lo sabré yo jajaja
Bueno, pues como todo propósito, hacer ejercicio, me puse con una prima, recuerdo por allí por el 6 de enero del año 2010 para hacer en mi casa unos ejercicios de un CD que venía en una caja de un famoso cereal, algunos sabrán de lo que hablo, bueno y pues era cardio, yo como les comenté he tenido restringidas ciertas actividades físicas, aún así siempre hago ciertas cosas hasta donde yo siento que puedo. El caso es que una semana me duró la emoción y pues pasó… si!! Me lesione la rodilla izquierda, era tanto el dolor que empecé a ir a trabajar en tenis a mi trabajo, ¿se imaginan? Pantalón de vestir, blusas formales, muy bien arreglada pero con tenis negros jajaja y si me ponía unos zapatos algo altos, ni les cuento… Bueno, el dolor era demasiado intenso pero como no me gusta quejarme, mucho menos tomar medicamentos y peor aún ir al Doctor, no por negligente, pero si porque ha sido casi parte de mi niñez en los hospitales y médicos que lo que menos quieres es aparecerte por allí.
Al final me decidí y fui al hospital de Ortopedia, donde me operaron la última vez, y pues el médico me dijo que lo que tenía era una inflamación ligamentaria y me receto un medicamento que costaba Q.400.00 la caja, era demasiado! Le comenté a mi familia y ellos me dijeron que en el IGSS (Instituto Guatemalteco de Seguridad Social) me podían ayudar, hablé con mi jefe para que me diera permiso de asistir al IGSS y él me comentó que su esposa trabajaba con un médico muy reconocido, conseguimos la cita y ciertamente un gran médico y lo mejor aún, trabajaba en el hospital de ortopedia por lo que al verle en el hospital me ahorraría Q200.00 por consulta, pues esto es lo que cobra en su clínica particular. Me dejó una serie de exámenes en especial una Resonancia Magnética que gracias al hospital me salió a Q. 900.00 y pues todos los rayos X los hacen allí sin ningún costo, así que empezaba mi calvario en el mes de marzo.
Como mi familia me había dicho que en el IGSS podían darme la medicina pues solicite una cita, y empecé juntamente el tramite allí, gracias a Dios una doctora muy amablemente cuando le comente del dolor, me traslado a la unidad de Traumatología y Ortopedia y me dejo unos medicamentos que me controlaban el dolor. Por lo pronto me ahorraría el dinero en el tratamiento contra el dolor.
Debo decirles que tenía citas casi dos veces por semana una en el Hospital y la otra en el IGSS así que espero no hacerles bolas con tanta cita, trataré de indicarles lo más relevante.
El resultado de la Resonancia estaba listo, por lo que me dirigí a mi cita al Hospital y el Dr. Me dijo que desgraciadamente tenía una rodilla de una persona de 65 años, habría querido en ese momento mejor desaparecer y no que me dijera eso, mis ojos inmediatamente se llenaron de lágrimas y él me vio y me dijo que porque lloraba, que tenía solución, por dentro estaba destrozada, pues eso indicaba que debían hacerme una artroplastia, (implante de rodilla) lo que hacía 11 años me habían dicho pero en la pierna derecha, ¿recuerdan? El implante de los Q 85,000.00. Bueno para hacer esta operación, había que tomarse en cuenta lo siguiente: El costo del implante, solo el material que es lo que uno debía de pagar es de Q. 20,000,00,  la rodilla la quitan y es donde colocan una artificial, esta va encementada según me explico el médico, se corría el riesgo que mi cuerpo la rechazara y por lo tanto deberían de quitarla y dejar mi pierna fija, o bien, una infección de hueso que en este caso cuesta que sane, o que simplemente no caminara igual, juntamente con esto había que contemplar que la rodilla derecha debía ser operada de la misma manera al año.
Pero había un problema, y es que estos implantes generalmente se colocan en edades de 45 años en adelante debido a que el ritmo de vida de una persona a mi edad impedía que la vida del implante durara lo que se pronostica que son de 10 a 15 años y con mi edad probablemente solo duraría 5 años lo que indicaba que en ese tiempo debía operarme de nuevo y así sucesivamente, es decir que me faltaban muchas más operaciones hasta el día que Dios decidiera llevarme con Él. Gracias a Dios en este hospital no pueden operar si no se presenta el caso a junta médica para que todos den su opinión y de esa forma autorizar la operación o no, Pedí mucho a Dios porque no se me hiciera ese implante y para mi sorpresa, solo él estaba de acuerdo, ya que todos se negaron y dijeron que debían verse otras opciones.
Gracias a Dios en el trabajo donde estaba tenía horario de tarde por lo que tenía las mañanas libres para hacer todas las vueltas de citas, exámenes, chequeos, etc.
Mientras tanto en el IGSS empezaban a hacerme los exámenes necesarios ya que por ser dos entidades distintas no se me permitía trasladar los exámenes para que fueran vistos en el otro hospital y así sucesivamente por lo que era sometida a una máquina de rayos X a tomarme hasta más de 20 radiografías de rodilla, cadera, columna, pie, fémur, tibia en distintas posiciones, parada acostada. Al final de cada sesión terminaba con dolor en todos mis huesos por estar tendida en una plancha de metal casi por una hora. Pero tenía que aguantarme, no quedaba más.
En el IGSS cuando comenté la propuesta del Dr. del Hospital de Ortopedia, todos pegaron el grito al cielo y me citaron para una junta Médica, para analizar mi caso y acordar que operación era la más apta para mí. Llegué el día acordado y habían por lo menos unos 15 médicos, se imaginan 30 ojos!! Jajaja nunca había sido evaluada por tanta gente jajaja era acosante, con una bata puesta y una licra. De todos los médicos solo había una doctora, horrible la verdad, viéndome caminar de un lado para otro, me acostaban en la camilla y empezaban el chequeo uno a uno, viendo la rodilla, preguntando cuantas operaciones me habían hecho y en fin casi media hora de chequeo y de entrevista donde las respuestas debía manejarlas a la brevedad ya que si titubeaba mostraba que no conocía del tema cuando ya manejaba los mismos términos médicos jajaja, creo que al final eso me ayudo, aprendí y quien más que yo para conocer del problema a grandes rasgos.
Al final me decían que me retirara para discutir el caso y a los 20 minutos salían diciéndome que me fuera a otra unidad, así desde abril hasta en octubre, con citas semanales. Era agotador, pero al final tenía que aguantar. Recuerdo que un médico me regaño y me dijo que porque no me había operado la pierna izquierda que el hecho de haberla dejado al tiempo había complicado la cosa y que ahora verían que hacer pues si seguía así provocaría un desgaste de cadera e incluso de columna por el desbalance mínimo al caminar, ya que por el mismo dolor hacía que metiera la pierna y esto hacía que se viera peor.
Mientras tanto en el Hospital de Ortopedia, el Dr. Luchando para cambiar de opinión a los otros médicos,  me enviaban a todas las unidades posibles, de rodilla, de pie, de cadera, de columna, agotador también. Y cada vez más decepcionada que el dolor seguía y no había respuesta ni solución. Era como jugar a la “papa caliente” típico juego donde alguien se voltea y empieza a tocar alguna pandereta o a aplaudir en lo que a un determinado grupo se le da un muñeco o una pelota y la van pasando, al final cuando la persona que esta volteada deja de aplaudir o hacer ruido a la persona que le quedo la pelota o muñeco se debe de retirar. Algo así estaban los médicos cada uno se pasaba la pelota pero el ruido nunca cesaba…
Días duros me esperaban, madrugando a las 4 de la mañana para salir al hospital, a veces aguantando hambre, el dolor y lo incomodo que era andar de un lado a otro y a eso le agregas que debía trabajar, y salir a las 8  de la noche para ir por mi hermana y llegar tipo 10 de la noche a casa, era exhausto cada día de cita.
Al final en el Hospital me dijeron que mejor buscara un seguro medico porque definitivamente gastaría mucho dinero con todas las operaciones que me faltaban. En medio de tanta vuelta siempre guardaba la esperanza que había solución y que no sería un implante, renunciaba a esa idea, aunque me deprimía porque era demasiado ya no quería sufrir, ya no, estaba cansada.
En el IGSS me dejaron hacer exámenes preoperatorios y me dijeron que había opciones las cuales iban en contra de la Artroplastia pero yo debía decidir, y estas eran: primero hacerme una limpieza de rodilla o Artroscopía, la cual consistía en una operación laser para limpiar algunos fragmentos de hueso que tenía en la rodilla y algunos ligamentos rotos que pudieran existir, segundo: una osteotomía correctiva en la tibia para enderezar la pierna y eso era todo y como tercera opción, el implante de rodilla pero eso yo lo debía de decidir, ya sería bajo mi responsabilidad.
Recuerdo que estaba desesperada, ya no aguantaba, no miraba solución a mi problema me decían que iban a ver qué era lo más conveniente pero al final yo tenía que decidir, algo difícil, por lo que un amigo de la universidad, me llamo y me dijo, Mel necesito vayas a la clínica de mi papá, el padre de este amigo es Traumatólogo y conoce al médico que me haría la Artroscopía, en caso me decidía por esta opción. Pedí permiso en el trabajo y a las 5:00 p.m. me esperaba el padre de mi amigo, en mi desesperación con los ojos hinchados de tanto llorar, muy amablemente me atendió y me escucho, vio mi Resonancia y pues muy sincero me planteo la situación, me dijo que aunque el implante era una controversia, médicamente podía decirme que si yo fuera su hija él habría optado por esta operación, pues comprendía mi sufrimiento, yo no deja de llorar pues era como hablar con mi padre, me dijo todas las ventajas que podría tener y que si en el IGSS harían esa operación pues que la aceptara, al final no gastaría nada y pues que confiara en Dios para que todo saliera bien. Me regalo unos dulces y me abrazo, me sentí tan bien, el panorama había cambiado, estaba decidida a hacerme esa operación, pero también estaba esperando en lo que Dios quería para mi, que al final sabía que todo iba a ser para mejor.
En el Hospital me habían dicho que la opción era la Artroscopía, solo que la máquina láser estaba en mantenimiento por lo que era mejor irme al IGSS. Desistí del Hospital y pues el 22 de octubre en una cita de rutina en el IGSS me dice el Dr. Bueno tus exámenes están perfectos, vieron si la unidad de rodilla prestaba una cama y al ellos decir que sí, me dejaron de una vez internada, ya ni me preguntaron nada, solo actuaron,  eso fue rápido!!  Bueno literalmente, pues habían pasado 10 meses desde mi lesión. Me quedé y pues como no me cuesta hacer amistades jajaja me hice amiga de unas grandes personas que estaban por distintos problemas esperando a ser operadas. El día martes 26 de octubre estaba lista para ir a sala, gracias a Dios me pusieron anestesia general pues yo así lo solicite, la operación todo un éxito! Al parecer tenía mis ligamentos rotos y un Menisco metido entre la rodilla por lo que estaba masticándose entre mi rodilla y ese era el intenso dolor.  Y la verdad después de la operación nada de dolor, entré casi arrastrando la pierna y salí caminando muy bien, es una operación tan sencilla en comparación de las otras que me han hecho, incluyendo que las heridas (dos) son mas chicas que una moneda de 5 centavos casi del tamaño de la yema de un dedo, esta había sido una caricia para mi jajaja, la verdad no me arrepiento de haberla hecho, ya este 26 de octubre cumplo un año y puedo decir que hasta corro jajaja pero no me excedo tampoco. Al final valió la pena que me la hiciera, tanto así que cuando camine sin el dolor jajaja hasta lo extrañe jajaja y gracias a esta operación ya puedo usar mis zapatos altos, y tranquila, eso si no camino mucho con ellos para evitar alguna lesión. Si padecen de ligamentos rotos o dolores fuertes en la rodilla se las recomiendo, muy buena.

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